Algunas de las cosas que puedes hacer en la Ribeira Sacra
Sin ser tan popular como otras de las grandes regiones vinícolas de España, la de Ribeira Sacra, en la confluencia de los ríos más caudalosos de Galicia (el Sil y el Miño), es sin embargo de las más asombrosas.
Tierra de leyendas
A medio camino entre las provincias de Lugo y Orense, la Ribeira Sacra fue históricamente el lugar al que se retiraban monjes y eremitas para entregarse a una vida ascética alejada del mundanal ruido. De ahí que con el tiempo floreciesen en pocos kilómetros a la redonda tantos y tan bellos monasterios durante la Edad Media, como el de Santa Cristina de Ribas do Sil o el de San Paio de Abeleda entre otros.
Adegas
Con más de cien años de historia a sus espaldas, Ponte da Boga es la más antigua y emblemática bodega de la región. Sus vinos se elaboran con las variedades Mencía, Merenzao, Brancellao, Godeño y Albariño para los blancos en un proceso de producción que aúna tradición y metodología de vanguardia y que se puede conocer al detalle durante una visita guiada. Ganadores de infinidad de premios, sus vinos llevan además nombres tan sugerentes como «Bancales olvidades« o «Porto de Lobos».
Surcando el río Sil - Surcando los Cañones del Sil
El Sil es navegable en un tramo de 40 km, que se puede recorrer en cruceros en catamarán o barco con lo que esto significa para poder llegar a rincones únicos e inaccesibles de otra manera. Los recorridos habituales duran una hora y media y permiten sobrecogerse ante la magnificencia de la naturaleza y la perspectiva desde abajo de los 500 m. de desnivel que llega a alcanzar el cañón del Sil en su último tramo. En el barco o catamarán de Viajes Hemisferios, disfrutarás de los Cañones del Sil experimentando emociones y sensaciones únicas.
Desde las alturas
Los bosques de esta zona son todo un espectáculo y más todavía mientras dura el otoño. Los de Santa Cristina de Ribas, Santo Estevo de Ribas y el de Bideiral de Monterramo son los tres más impactantes con su sinfonía de nogales, castaños, alcornoques, abedules y hasta madroños. Cualquier recorrido a pie por aquí discurre entre los bancales en los que se cultivan las vides. Para conseguir unas fotos increíbles hay que ir al mirador de Cabezoas.
Un Parador mágico. Parador de Santo Estevo
El sueño de dormir en un maravilloso monasterio medieval se hace realidad en el Parador de Santo Estevo. Este es un fascinante conjunto arquitectónico –cuyos orígenes se remontan a los siglos VI y VII– que emerge misteriosamente de entre una gran zona arbolada. Cuenta con un completo spa con jacuzzi al aire libre, un restaurante a tener en cuenta y una decoración que añade notas de modernidad y estilo a las piedras centenarias.
Monforte de Lemos: arquitectura medieval
Su nombre significa «Monte-forte» precisamente porque se trata de una villa medieval que antaño fue la puerta de entrada a la Ribeira Sacra. Con un patrimonio abrumador, en torno al casco antiguo de Monforte de Lemos se concentran decenas de «casas palacio» blasonadas, conventos e iglesias. Imprescindibles son el monasterio de San Vicente do Pino, la Torre del Homenaje, las ruinas del Palacio de los Condes de Lemos y el antiguo puente romano. Como curiosidad: aquí está una de las casas más estrechas de España, de 1,50 metros de ancho y 20 de profundidad, que se compone de cuatro pisos y planta baja.
Los héroes del vino
Cientos de trabajadores participan cada año desde finales de septiembre hasta mediados de octubre en lo que bien se puede llamar una vendimia de alto riesgo dada la particular orografía de esta zona, que obliga a acercarse a vides casi inaccesibles repartidas por las laderas del río. Por ello recibe la calificación de «viticultura heroica», una catalogación que tan solo poseen un 5 % de los viñedos europeos y que hace que los vinos de la D.O. Ribeira Sacra tengan un valor añadido que los hace más especiales todavía.
Fuente: ABC